IGNORANCIA + PEREZA = PREJUICIOS

Cada vez que hago zapping me horrorizo comprobando el atrevimiento de los llamados "videntes" unos intérpretes de tarot que aparecen en la televisión, lamentables charlatanes que hacen lecturas muy dañinas pues entorpecen la solución de problemas que los consultantes les confían. 
Por eso no me extraña que gente preparada tenga tantos prejuicios acerca de quienes hacemos lecturas...tendrían que tomarse un poco más de molestias y  hacer una diferencia entre estos "adivinos" y quienes vemos el Tarot como una herramienta, un lenguaje filosófico que sirve para desarrollar un tema y conseguir mediante el diálogo y reflexión con el consultante y a través de imágenes de alto contenido simbólico extraer soluciones que en realidad el mismo consultante ya tiene pero a nivel subconsciente.

Para quienes aún se burlan o menosprecian este tipo de métodos " no científicos" de acercarse al pensamiento y alma humanas sería productivo que se informen un poco más acerca de lo que opinó el célebre psiquiatra, psicólogo y ensayista Carl Gustav Jung  (1875-1961). 


Según Jung, el modelo que descubre el Tarot, no es otra cosa que el despliegue mismo de la vida anímica. Jung, quien no tenía prejuicios a la hora de encarar el conocimiento, investigó también la Alquimia, Astrología y el I-Ching.


Así que por favor intelectuales y gente culta y preparada...a leer y a investigar un poco más antes de verter opiniones tan prejuiciosas y generalizadas!!!!

ROMANCE SONÁMBULO

Dedicado al gran poeta de todos los tiempos  

Federico García Lorca Verde que te quiero verde. Verde viento. Verdes ramas. El barco sobre la mar y el caballo en la montaña. Con la sombra en la cintura ella sueña en su baranda, verde carne, pelo verde, con ojos de fría plata. Verde que te quiero verde. Bajo la luna gitana, las cosas le están mirando y ella no puede mirarlas.               * Verde que te quiero verde. Grandes estrellas de escarcha, vienen con el pez de sombra que abre el camino del alba. La higuera frota su viento con la lija de sus ramas, y el monte, gato garduño, eriza sus pitas agrias. ¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde...? Ella sigue en su baranda, verde carne, pelo verde, soñando en la mar amarga.               * Compadre, quiero cambiar mi caballo por su casa, mi montura por su espejo, mi cuchillo por su manta. Compadre, vengo sangrando, desde los montes de Cabra. Si yo pudiera, mocito, ese trato se cerraba. Pero yo ya no soy yo, ni mi casa es ya mi casa. Compadre, quiero morir decentemente en mi cama. De acero, si puede ser, con las sábanas de holanda. ¿No ves la herida que tengo desde el pecho a la garganta? Trescientas rosas morenas lleva tu pechera blanca. Tu sangre rezuma y huele alrededor de tu faja. Pero yo ya no soy yo, ni mi casa es ya mi casa. Dejadme subir al menos hasta las altas barandas, dejadme subir, dejadme, hasta las verdes barandas. Barandales de la luna por donde retumba el agua.               * Ya suben los dos compadres hacia las altas barandas. Dejando un rastro de sangre. Dejando un rastro de lágrimas. Temblaban en los tejados farolillos de hojalata. Mil panderos de cristal, herían la madrugada.               * Verde que te quiero verde, verde viento, verdes ramas. Los dos compadres subieron. El largo viento, dejaba en la boca un raro gusto de hiel, de menta y de albahaca. ¡Compadre! ¿Dónde está, dime? ¿Dónde está mi niña amarga? ¡Cuántas veces te esperó! ¡Cuántas veces te esperara, cara fresca, negro pelo, en esta verde baranda!               * Sobre el rostro del aljibe se mecía la gitana. Verde carne, pelo verde, con ojos de fría plata. Un carámbano de luna la sostiene sobre el agua. La noche su puso íntima como una pequeña plaza. Guardias civiles borrachos, en la puerta golpeaban. Verde que te quiero verde. Verde viento. Verdes ramas. El barco sobre la mar. Y el caballo en la montaña. 2 de agosto de 1924